Cerca del sur del planeta está la isla de La Bañera, un lugar feliz y libre de necesidades materiales donde se come lo que se pesca. Un sitio en el que resulta curiosa la idea de que un poco más allá, los demás compramos comida ‘envuelta en plástico’. Entre sus habitantes se encuentran Hushpuppy y su padre, que trata de imprimir una férrea fortaleza y autonomía en su hija.
Pocos intuirían por su gran capacidad de concebir un universo tan particular y original que ésta es la primera película de Benh Zeitlin, basada en su anterior cortometraje, ‘Glory at sea’. ‘Bestias del sur salvaje’ se rodó en Luisiana partiendo de una fábula mitológica de esa región.
Quvenzhané Wallis interpreta a la protagonista, una niña con un carácter tan asilvestrado como su pelo y que reflexiona y trepa ágilmente por los árboles. Además tiene prohibido llorar y devora cangrejos ‘¡a lo bruto¡’ por orden paterna.
La única condición para sobrevivir a La Bañera tras las inundaciones reside en saber hacer frente a las bestias –los uros-, de la misma manera que hay que enfrentar a las bestias interiores.
En realidad la actriz –de sólo cinco años de edad en el momento del rodaje- parece tan sensible y ‘achuchable’ como su personaje, tal vez por eso reconoce que su actividad favorita consiste en ‘recoger flores’.
La cinta fue presentada en el Festival de Sundance y a pesar de contar con actores noveles en su reparto principal, se ha convertido en una de las grandes sorpresas del año. Una de esas sorpresas que viene a sugerir que el agotamiento de las buenas historias en el cine no era tan extremo como creíamos.
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