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jueves, 24 de abril de 2014

Un recuerdo para toda la vida


Se supone que todo el mundo ha visto ‘Casablanca', como tantos otros clásicos del cine estilo a ‘Cantando bajo la lluvia’ o ‘Doctor Zhivago’. Pero tal vez esto sea demasiado suponer. Tal vez como Sofía Mazagatos con los libros de Vargas Llosa, muchos “no han tenido la oportunidad”. Y eso que se pierden, porque ‘Casablanca’ no es sólo un compendio de frases inolvidables tipo ‘Siempre nos quedará París’, ‘Tócala otra vez, Sam’ o ‘El mundo se derrumba mientras nosotros nos enamoramos’, a veces incluso forma parte de la columna vertebral de nuestro imaginario cinematográfico. Porque Rick Blaine (Humphrey Bogart) pasó a erigirse en un icono sexy para nosotras, e Ilsa (Ingrid Bergman) se grabó a fuego en la memoria masculina como la pavisosa chica lánguida por excelencia.


Este film como lo entendemos hoy se rodó casi por casualidad, como pasan las mejores cosas en la vida. Todo en él resulta mítico, igual que el hecho de que se anticipase la presencia de Blaine mediante el humo de su cigarro, ese sello inconfundible que también lo fue del propio Bogart. Y qué decir a  este respecto sobre la frontera tan difusa entre actor y personaje, ya que no sabemos dónde comienza el uno y acaba el otro, de la misma manera que el resto de esos roles de cuño tan romántico y de tan hondo honor y sentido del deber.





Y así sin pretenderlo, mediante esta película se cuajó uno de los más sólidos prototipos de amor desgraciado pero digno. O dicho de otro modo, un amor para el recuerdo…o para toda la vida.

jueves, 17 de abril de 2014

La mirada de un hombre con suerte


John Berger (1926) es un creativo historiador del arte y escritor, autor entre otras muchas obras de ‘Un hombre afortunado’(1966). Este libro cuenta la vida del carismático médico rural John Sassall y está aderezado por las sugerentes imágenes del fotógrafo Jean Mohr, sin las cuales no podría ser. No resulta difícil advertir el grado de implicación y emparentamiento de Berger con la historia del doctor  y su persona, algo que por ejemplo, puede deducirse de estos fragmentos:

‘Sasall es un hombre que está haciendo lo que quiere hacer. O para ser más precisos, un hombre que sabe lo que busca’. ‘Al igual que los artistas o que cualquiera que crea que su trabajo es la justificación de su vida, para los estándares miserables de nuestra sociedad, Sassall es un hombre afortunado’.

Esbozados unos trazos sobre él y en lo que respecta al resto de su trabajo, sobre todo a ‘Modos de ver’, los documentales que me ocupan, cabe decir que John Berger se manifiesta como un hombre sensible y con un pensamiento fresco digno de tener muy en cuenta para los amantes del arte. En definitiva, un teoríco con la emotividad del artista que también es.